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Panel «Automatización de tareas y futuro en la edición académica: ¿Remplazaría la IA las tareas editoriales (corrección de estilo y generación de artículos)?»
(Fotos: capturas de pantalla canal @MediosEditorialUNAL en YouTube)

Por Laura Sánchez Largo

Fueron dos días que concentraron reflexiones sobre la automatización de tareas con inteligencia artificial (IA), edición, plagio, licencias y derechos de autor, entre otros temas en los que la IA se convierte en un motor de oportunidad para el mundo editorial. 

El profesor Alberto Amaya, director de la Editorial UNAL, dio comienzo al diálogo dentro del simposio: «Este encuentro promete ser un espacio donde expertos académicos y profesionales del libro expondrán sus opiniones y experiencias sobre los retos y oportunidades en los que la inteligencia artificial presenta en la creación, revisión y distribución de productos editoriales». 

Otra propuesta de discusión propuso el profesor Andrés Pavas, director nacional de bibliotecas de la UNAL, quien indicó que desde el Comité de Ética de las Publicaciones (COPE) se considera que la inteligencia artificial no puede ser autor porque se requiere de una contribución especial a una investigación y al manuscrito, y que se haga responsable sobre lo que se está escribiendo. 

«Hay un aprendizaje importante, estamos cerca de una de las maneras más complejas de expresión y más elaboradas que tiene el ser humano: la escritura. Las herramientas de inteligencia artificial llevan con nosotros muchos años, ahora la reflexión es cómo lo vamos a abordar en escenarios constructivos, que se reconozcan sus posibilidades, alcances y limitaciones y cómo haremos reflexiones sobre la autoría, la contribución y la responsabilidad». 

Ética y autonomía 

La existencia de bots opera de forma natural en la vida cotidiana. En la academia hay reconocimiento de estas IA listas para hacer tareas repetitivas, ¿pero qué pasa cuando su participación entra en la escritura de textos académicos y científicos? Parte de esta discusión la conversaron en el panel «Automatización de tareas y futuro en la edición académica: ¿remplazaría la IA las tareas editoriales (corrección de estilo y generación de artículos)?», moderado por Minerva Idárraga, coordinadora editorial de la Facultad de Administración de la UNAL sede Manizales. 

Lo que crean los bots afecta al sistema académico, incluso a la misma idea que el derecho establece sobre lo que es un autor, indica Camilo Ayala, jefe del Departamento de Contenidos Electrónicos y Proyectos Especiales de la Dirección General de Publicaciones y Fomento en Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). «Los bots van a modificar esta doctrina que se tiene sobre este, preocupa y cuestiona», agregó. 

En lo que hacemos actualmente hay una edición colaborativa, pues le cedemos cierta autoría a la IA, según Zyanya Ruiz, jefe del Departamento de Publicaciones del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. «No lo podemos decidir nosotros, depende de la legislación en autoría de cada país. Sin embargo, lo que dice (el) COPE ya es un precedente en términos de autoría. La IA es copiar, pero no muy lejano a las prácticas humanas. La edición académica, siempre ha existido esta práctica, pero ahora con diferentes formatos», expresó Ruiz.

A estas afirmaciones se suma Alejandra González, de la Editorial Digital del Instituto Tecnológico de Monterrey (México), quien indica que cada caso con sospecha de plagio según una IA debe ponerse a consideración. «No hay una regla única que nos resuelva el tema. Incluso debemos tener discriminaciones manuales cuando las IA nos marca copias del 30 % porque el conocimiento es un proceso de acumulación en que pensamos sobre lo pensado», concluyó. 

Panel «La creación de la inteligencia artificial en los procesos: licencias y derechos de autor»

¿La IA tiene derechos de autor?

El panel «La creación de la inteligencia artificial en los procesos: licencias y derechos de autor» reflexionó sobre si las IA están dotadas de protección de derechos de autor. La conversación la moderó Fabián Peña, abogado de la Vicerrectoría de Investigación (VRI) de la UNAL. 

Sobre esto Carolina Romero, directora del Centro Colombiano de Derechos de Autor (Cecolda), indicó que frente a esto el foco siempre será la condición de ser humano: «no perder a la humanidad para entender que estas tecnologías deben de estar al servicio del ser humano y no al revés (…) El derecho de autor es antropocéntrico». 

Romero citó el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, que no define un concepto de originalidad ni indica quién podría ser considerado autor. «Es decir que los países miembros tienen cierta libertad para definirlo. Pero si nos vamos a la Decisión 351, Régimen Común sobre Derecho de Autor para los países andinos, ahí definen que el autor es la persona física que realiza la creación intelectual», agregó. 

Fredy Forero, gerente de Derechos de Autor del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), sumó a la discusión diciendo que se debe formar en creatividad desde los colegios en Colombia. «No sabemos cuándo somos creativos. Tenemos dudas. No sabemos qué es inspirar y qué es copiar. Ahora hay que plantearnos en qué nos centramos en la investigación científica. ¿Es válido que un estudiante me presente una monografía en la que no va más allá del estado del arte?», planteó. 

José Daniel Rengifo, abogado de propiedad intelectual de la VRI, está de acuerdo con que la IA es una herramienta que está a la disposición del uso humano. Agregó que hay una afectación que se refleja en la infracción y en reproducción no literal derivada de idea generativa, en perspectiva de derechos de autor. «No creo que la normatividad de derecho de autor no es insuficiente por ahora. Es un esqueleto sólido que puede ser enriquecido por política pública, pautas éticas y jurisprudencia», concluyó Rengifo. 

(LSL/VRI)

[Boletín SIUN 658, 23/24 de noviembre de 2023]